Por Carlos García Calvo. La gastronomía se ha convertido en la actividad favorita de todos durante el confinamiento. Bien por aburrimiento, bien por distracción, por querer mantener la dieta o por no coger kilos en los días en los que hemos estado confinados, cocinar y comer se ha convertido en uno de los pasatiempos favoritos.
Además, hemos descubierto que no solo la cocina nos distrae, sino que, en muchas ocasiones, aporta satisfacción, nos relaja y, sobretodo, nos hace felices, algo que en mi caso ha ocurrido.
Por eso, a continuación, podéis leer cinco de los productos de la gastronomía española que me han hecho feliz el confinamiento, más llevadero y que con sus sabores han conseguido evadirme, momentáneamente, de la situación actual. Productos 100% españoles y, sobretodo, que todos los bolsillos se pueden permitir.
Además, hemos descubierto que no solo la cocina nos distrae, sino que, en muchas ocasiones, aporta satisfacción, nos relaja y, sobretodo, nos hace felices, algo que en mi caso ha ocurrido.
No podría comenzar a describir uno a uno los productos que más feliz me han hecho estas semanas y más llevadero me han hecho el confinamiento sin hacer una mención destacada a los productos de Valencia, una tierra que siento como mi hogar. Es ahora, en esta época del año y durante apenas unas semanas, cuando la clóchina valenciana sale a los mercados. Considerado un manjar de la gastronomía mediterránea, la clóchina valenciana es un molusco con una temporada corta ya que se encuentra en los mercados únicamente durante los meses de calor, desde abril hasta agosto. Su precio es asequible pudiendo adquirir 1 kilo por unos 6 euros.
¿Cómo me gusta tomarlas? Aunque se pueden elaborar de mil formas, personalmente me gustan al natural, cocinadas al vapor simplemente con un limón cortado, pero no exprimido ya que sino el molusco adquiere un sabor ácido. Quien mejor las prepara es mi amigo Pedro G. Mocholí, prestigioso crítico gastronómico, quien las cocina con ajo, limón y un chorro de Tío Pepe. ¿Dónde encontrarlas en Madrid y disfrutar de este manjar de la gastronomía mediterránea en la capital? En el castizo Mercado de Chamberí, concretamente, en Pescadería Astorgana, puesto 57.
Un clásico que no debe faltar en ninguna casa es Tío Pepe. Las bodegas más clásicas de España de vinos y brandys de Jerez debe de ser un indispensable en la cocina y en la mesa de cualquier casa, suponiendo uno de las joyas de la corona de la gastronomía de España. Lejos de la extendida percepción de que para cocinar se deben utilizar vinos de poca calidad, mi recomendación es hacer precisamente todo lo contrario. Además de darle el toque perfecto a cualquier plato, especialmente a las carnes, es ideal como quema-grasas natural. Una copita de Tío Pepe en las comidas y no notarás que subes de peso.
Lejos de la extendida percepción de que para cocinar se deben utilizar vinos de poca calidad, mi recomendación es hacer precisamente todo lo contrario.
Otro de los productos que me hecho feliz el confinamiento han sido Conservas Manero. Además de ser un lugar estupendo de tapas y copas en Alicante, esta emblemática empresa alicantina comercializa conservas, aceite propio y champán, producido en España y embotellado en Francia. Mis favoritas: las navajas que, en vez de conservarse en agua salada, se disponen también en aceite de oliva; además de sus clásico turrones. Dispone de servicio ‘take away’ en Alicante y servicio de mensajería a domicilio a toda España. Próximamente, abrirán un nuevo establecimiento en Madrid, en el Barrio de Salamanca, que se convertirá en un punto de encuentro entre buena gastronomía y buen gusto, cuya decoración corre a cargo del interiorista Lázaro Rosa-Violán.
Otra de mis debilidades durante el confinamiento ha sido, sin duda, Crustó. La panadería, con tiendas en Madrid y Barcelona, elaboran, bajo mi criterio, el mejor pan artesanal del país. Mi preferido es sin duda el que cocinan con base de maíz que, además de suponer una rica fuente de vitamina E, es un perfecto anti-edad. Mención especial también para su pan de molde de leche, ideal para hacer sándwiches. Mi recomendación: hacer un pedido grande para congelarlo y poder disponer de él cuando se precise en casa.
Por último, destaco el catering de Café-Bistró de Isabel Maestre, que dispone de servicio ‘take away’. Sin duda, su menestra es una de las mejores de la capital, una fuente de pura y de clorofila, que, gracias a una elaboración mimada y precisa, hace que no te canses nunca de tomarla como primer plato o como guarnición.
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