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Bodegas Condado de Haza presenta sus nuevas añadas

  • Bodegas Condado de Haza, bodega Château de Familia Fernández Rivera en la Ribera del Duero, presenta sus nuevas añadas: Condado de Haza Reserva 2018 y Condado de Haza Crianza 2019.


  • Bodegas Condado de Haza cuenta con cerca de 160 hectáreas de viñedo donde se cosecha la uva Tempranillo. Asimismo, es impulsora, junto con Bodegas Tinto Pesquera, de la Denominación de Origen Ribera del Duero, con más de 40 años de trayectoria en el mercado vitivinícola.


  • Familia Fernández Rivera está consolidada como una empresa en la que cada unidad de negocio adquiere personalidad y protagonismo propios. Las bodegas Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa de la Granja, El Vínculo, y el Hotel AF Pesquera conforman la estructura de un grupo que aspira a seguir siendo un referente en el sector enológico español e internacional.



Bodega Condado de Haza, bodega Château en la Ribera del Duero e insignia de la uva tempranillo en esta región, presenta sus nuevas añadas: Condado de Haza Reserva 2018 y Condado de Haza Crianza 2019. La bodega, cuya fama y buen hacer traspasan fronteras, pone en el mercado nuevos vinos tintos caracterizados por la procedencia de sus uvas, cuyas cepas se sitúan en la Ribera del Duero burgalesa, concretamente, en los municipios de Roa y La Horra. Asimismo, las características climatológicas de cada una de las añadas (2018 y 2019) otorgaron una personalidad única a los nuevos vinos de esta bodega. Para otorgar esos aromas y sabores tan característicos, Condado de Haza Reserva 2018 envejece 12 meses en barrica de roble francés y reposa en botella hasta su salida al mercado. Obtenido de los viñedos propios ubicados en el término municipal de Roa y La Horra, a unos 800 metros de altitud, este vino es perfecto para acompañar carnes a la brasa, estofados, guisos de caza y postres con chocolate.


Este vino tinto, limpio y brillante, tiene un color rojo cereza con matiz violáceo. En copa parada presenta una intensidad aromática alta con recuerdos a fruta negra madura y notas lácteas. Además, aparece una amplia gama con aromas especiados, balsámicos y torrefactos. En boca tiene unas notas muy marcadas de fruta y torrefactos con un paso cremoso y un tanino bien marcado con una acidez perfectamente integrada. En el retrogusto sigue presente la fruta negra en su faceta más golosa, moras y ciruela. La madera se percibe muy bien ensamblada con esas notas de tostados, ahumadas y especiadas propias de una crianza en roble francés a la vez que los torrefactos y cacaos en su faceta más dulce. Es un vino potente y estructurado a la vez que elegante y complejo.


Respecto a las condiciones climáticas del año 2018, comenzó con un invierno frío, característico de la Ribera del Duero, en el que se llegaron a alcanzar temperaturas mínimas de -12 ºC. Las temperaturas se mantuvieron bajas durante el inicio de la primavera, pero a pesar de estas condiciones la brotación se produjo dentro de las fechas habituales, a finales de abril. Tras un 2017 muy seco, la lluvia hizo su aparición a finales de invierno y se mantuvo de forma continuada durante la primavera: las cantidades recogidas fueron muy abundantes siendo el año 2018 calificado como muy húmedo en la zona. El desarrollo vegetativo de las plantas se vio favorecido por el régimen de temperaturas y las reservas hídricas, lo que provocó también un aumento considerable del tamaño de las bayas. Como consecuencia de este aumento en el tamaño de las uvas y a pesar de que las temperaturas durante los meses de septiembre y octubre fueron más cálidas de lo habitual, la maduración se retrasó.


Por su parte, Condado de Haza Crianza 2019 tiene un envejecimiento de 14 meses en barrica de roble americano y reposo en botella hasta su salida al mercado. Este vino tinto limpio, brillante y de un color rojo picota con matiz violáceo, también se obtuvo de los viñedos ubicados en el término municipal de Roa y La Horra, a unos 800 metros de altitud. Ideal para acompañar arroces, carnes blancas y rojas, lechazo y cochinillo, este vino en nariz tiene una intensidad aromática media alta con presencia de frutas rojas y negras maduras. Aparecen notas de regaliz propias de la variedad Tempranillo y tiene un final con aromas torrefactos y dulzones, ligeras notas de vainilla y toques especiados. Asimismo, en boca cuenta con una entrada voluminosa y sedosa, con una acidez perfectamente integrada y un tanino poco marcado y muy agradable. En el retrogusto sigue presente la fruta negra resaltando la mora. La madera se percibe muy bien integrada con notas de tostados y vainillas propios de una crianza en roble americano.


El año 2019 comenzó con un invierno normal que dio paso a una primavera suave, con alguna helada en el mes de mayo sin mayores consecuencias para las viñas. El año en general fue seco, sobre todo durante el ciclo vegetativo, lo que marcó el desarrollo de las plantas, así como el tamaño de racimos y uvas. El régimen de temperaturas durante la época de maduración fue muy favorable, con esa marcada amplitud térmica que caracteriza a la Ribera y que hace posible la magnífica madurez fenólica de nuestros tempranillos. Alguna precipitación durante el mes de septiembre ayudó a ralentizar el final de la maduración pero sin afectar a la calidad de la uva. Todos estos condicionantes propiciaron una que se desarrolló en las fechas habituales y de excelente calidad.


Bodega Condado de Haza


Condado de Haza es una de las bodegas que conforman Familia Fernández Rivera. Esta cuenta con cerca de 160 hectáreas de viñedo 100% Tempranillo, uva característica de las cuatro bodegas de este grupo vitivinícola. Familia Fernández Rivera se consolida como una empresa en la que cada unidad de negocio adquiere personalidad y protagonismo propios. Las bodegas Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa de la Granja y El Vínculo, y el Hotel AF Pesquera conforman la estructura de un grupo que aspira a seguir siendo un referente en el sector enológico español e internacional.


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